El jardín aromático: Lavanda

La lavanda es una  de las plantas aromáticas más usadas por su facilidad de cultivo y su agradable olor. Su nombre proviene del latin 'Lavare' que significa lavar. En el Dioscórides de Pio Font Quer se le otorgan virtudes digestivas y antisépticas. La infusión hecha con las partes floridas se utiliza para lavar heridas, tomar como digestivo o añadir al agua del baño.

 En aromaterapia se le atribuyen propiedades relajantes y antidepresivas. Se usaban los tallos secos como sahumerio para purificar el aire de las habitaciones de los enfermos. Ha sido una planta muy usada en la antiguedad. Se le han atribuido cualidades mágicas como purificadora energética, en rituales para superar los miedos y entregarse al amor.  Es una excelente protectora y su cultivo atrae la buena suerte. Es una gran amiga de las rosas, pues mantiene alejados los pulgones y otras plagas de insectos.
La infusión se prepara con una cucharada de flores frescas por medio litro de agua hirviendo y dejando reposar 10 minutos.

También se puede preparar una deliciosa limonada casera, relajante y fortalecedora de defensas con ingredientes muy sencillos. 

Limonada de lavanda:
Dos cucharadas de flores frescas
Un litro y medio de agua
Un limón

Dos cucharadas de miel

Algunas flores para decorar

Hervimos medio litro de agua y le agregamos dos cucharadas de flores. Dejamos infusionar 10 minutos. Despues colamos la infusión y añadimos el zumo de limón exprimido y las cucharadas de miel. Mezclamos en una jarra la infusión y el resto de agua y la ponemos en la nevera una hora. Servimos en vasos decorados con alguna flor.