Lobo interior
Soy yo, tu lobo interior, y te hablo a ti, humano, que saliste de la cómoda jaula de domesticación y echaste a caminar hacia las montañas. Caminaste al principio a ciegas, sin rumbo, bajo tormentas y fuertes vientos. Viste bosques arrasados, quemados y lloraste por tanta destrucción y muerte. Seguiste tu camino hasta encontrar la estrella que te guió. Encontraste a tu manada. Recordaste tus raíces.
Lo sé, elegiste el camino más difícil pues elegiste ser libre. Y eso requiere mucha fuerza y resistencia.
Por eso estoy hoy aquí, para recordar que tienes mucho poder y valentía. Más de lo que te imaginas. Habrá voces que te empujen a volver a esa jaula donde sabes que no faltará calor y alimento, dónde podrás ver la vida de los otros por una ventana. Sentirás que no eres lo suficientemente hermoso, válido, valiente y fuerte para realizar tus sueños. Sentirás que te falta algo para empezar, y ese algo será inalcanzable. Y te sentirás muerto en vida. Estos son dardos envenenados de los cazadores que se alimentan de tu sangre. ¡Huye! ¡Esquívalos!
Habrá momentos que creas que no puedes ¡sigue! Habrá momentos en los que te sientas muy solo, ¡resiste! Habrá momentos en que añores la jaula: no te culpes y ¡adelante! Las heridas dolerán. Lámelas y continúa. Busca apoyo de la manada. Mira a tu alrededor y si no la encuentras, sigue caminando y aparecerá. El camino es largo y pedregoso. Más allá de este bosque hay un cielo lleno de estrellas para tí.
Soy tu lobo, estoy en tí, soy tu, no me olvides, escucha mi voz.
Ilustración: Autor desconocido
Texto: Marina Torres Marí
elboschuma.blogspot.com
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