La llamada del bosque
Re-pámpanos con esta primavera que agarra, té da tres vueltas y te deja cabeza abajo. Tuve que sacarme las telarañas y ponerme en guardia, no me pillen desprevenida. La vida a veces te lanza al agua para que aprendas a nadar. De momento me conformo con no ahogarme, ya iré perfeccionando el estilo.
La lluvia limpia los dolores viejos y nuevos, me purifica y me resucita. Cierro los ojos y me traslado al bosque, mi viejo y conocido bosque, tan lejano! allí donde dejé una parte de mí que no volvió conmigo, que sigue corriendo entre abetos, hayas y pinos...
Ahí donde di mi sangre al roble que me da fuerzas para seguir.
Ahí donde di mi sangre al roble que me da fuerzas para seguir.
Aquí el olivo centenario sobrevivió a la destrucción, espero irme a acurrucar
entre sus brazos y que me siga contando... Y a seguir luchando!
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