El bosc


                                                                                       Josef Váchal, Šumava

Torno a endinsar-me en el bosc una i una altra vegada
allí en l'ombra humida escolto la veu del silenci.

Sí, he sentit por d'allò desconegut
tanta com de vegades en tenc de mi mateixa 
o de la mort.

L'aire està carregat d'ensenyances
i el bosc de troballes que em recorden
l'etern cicle de la vida, sempre en moviment.

Vull anar, sí, encara que el cor bategui més fort
aquest repte de les tenebres em fa sentir
més lliure, petita i salvatge,
segurament més jo.

A l'entrada m'espera la mare roure.

Prego:
Demano permís al bosc per a entrar
i dono gràcies a la seva existència
acollidor dels animals, alimentador i pulmó del planeta.


- dins de la pineda s'escolta el cruixit sord d'una branca,
els sentits estan tots alerta, el cor és un tambor-

Sí, tornaré...

Comentarios

  1. "El bosque da miedo [en la Edad Media]. La oscuridad, la profusión, hace que uno se desvíe de su camino. Merodean animales y en él se refugian bandidos, ¡cuando no eremitas o rebeldes más o menos identificados, como Robin de los Bosques! He comparado el papel del bosque occidental con el que desempeña el desierto oriental. No obstante, la Edad Media explota el bosque de una manera activa y se entrega a grandes desbrozos, consiguiendo así que retroceda esa zona de incertidumbre"

    "En busca de la Edad Media" Jacques Le Goff

    Potser hauriem de talar més les pors que no els arbres, vamos, dic jo

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  2. Moltes gràcies per s'aportació, Ricard. Sa por ens ha fet caure en sa sobèrbia tantes vegades!
    No ens adonem que es a dins nostre i que sa dominació i destrucció d'alló que sentim com a desconegut només ens porta a sa pobresa d'esperit.

    Un altre fragment de Henry David Thoreau:

    "1. La enseñanza de la simplicidad.

    Fui a los bosques porque deseaba vivir en la meditación, afrontar únicamente los hechos esenciales, y no sucediera que estando próximo a morir, descubriese que no había vivido. No quería vivir lo que no fuera vida; ¡la vida es tan cara!, ni tampoco deseaba practicar la resignación, a menos que fuese enteramente necesaria. Quería vivir profundamente y extraer todo lo maduro como para infligir una derrota a todo lo que no fuese vida; guadañar un ancho espacio a ras del suelo; empujar la vida a un rincón y reducirla a sus términos más bajos, y si mostrase ser mezquina, obtener su genuina y total mezquindad y publicar su miseria ante el mundo; o si, resultara ser sublime, conocerla por experiencia, y ser capaz de dar una verdadera noticia de ella en mi próxima excursión. (...)

    ¡Simplicidad, simplicidad, simplicidad! Sean tus asuntos dos o tres y no un centenar o un millar; en vez de un millón cuenta media docena, y haz la cuenta en la uña del pulgar. En medio de este mar picado de la vidas civilizada, son tales las nubes, las tormentas, las arenas movedizas, y los mil y un detalle que deben considerarse, que un hombre, si no quiere zozobrar e irse a pique sin llegar a ningún puerto, tiene que vivir haciendo estimas, y ha de ser un gran calculador, por cierto, quien tenga éxito. Simplifica, simplifica. En lugar de cien platos, cinco; y reduce las otras cosas en la misma proporción"

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