Blanco y Rojo

Anish Kapoor

Rastro de sangre en la más pura nieve, sin huella. Así pasan nuestros días, envasados en las

latas oxidadas del tiempo.
¡Deprisa, deprisa! No llegas a donde nunca estás tú sino tu espectro, ese autómata que has decidido ser. ¡Ay!, si supiéramos la eternidad que se esconde en una caricia, en una mirada.
¡Para! No pierdas el tiempo pensando en estas chorradas, cuando te acuestas con este tipo de personas, ya sabes, se acabó la libertad. Sí, se tu sól@, es más fácil. Además tendrás dinero y tranquilidad. Compromi.. compro... ¿qué? Ay, sí, ¿qué me compro? Hoy ando un poco "depre" y no se porque. Nada que no arregle una visita al centro comercial.

Y ¡zas!, unas gotas de sangre en la más pura nieve y el corazón se acelera, ya no me acuerdo porque corría. La acaricio con la punta de los dedos y la pruebo: sabor metálico y a tierra. La tristeza se agarra a mi tan fuerte que no puedo hacer otra cosa que llorar. Después me da la risa y no me importan sus miradas: lloro y río por mí, por todos nosostros. Y la sal y la tierra, ¡Putas, que sola estoy y que salada! Los cuervos me miran de reojo, ¡fuera, aves del mal! Algo me agarra del cuello y no puedo respirar: ¡¿Será la muerte?! (...) Ya no me duele nada y siento calor y un cosquilleo por todo el cuerpo.Flores, flores blancas a mi alrededor... ¿o es la nieve?
Flores, son flores.


He vuelto, me fuí pero volví. Y todo por culpa de un rastro de sangre en la más pura nieve.
Y allí queda por primera vez y por un instante mi huella, que se deshelará transformándose en un fluido rosa y salado.

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